El Ingeniero Agrónomo José Antonio Álvarez, conocido en redes sociales como Bumper Crop, se ha convertido en una de las voces más influyentes del sector agrícola, con cerca de 140.000 seguidores.
Durante una entrevista realizada para Valor Agregado de Radio Carve (Uruguay) y Agro del Sur, Álvarez habló sobre la situación actual del agro en Argentina, el impacto de las políticas gubernamentales y las diferencias entre la producción en Argentina y Estados Unidos.
Álvarez explicó que su presencia en redes comenzó como una forma de expresar el descontento con la situación en Argentina. “Vivir en estado de crisis permanente es una realidad que no muchos países sufren. En Argentina hemos retrocedido, mientras que nuestros vecinos avanzaban”, afirmó. A través de sus publicaciones, busca que su mensaje llegue más allá del sector agrícola, a una sociedad que a menudo no comprende el impacto que tiene este sector, responsable del 70% de las exportaciones del país y el 93% del dinero que queda en la economía nacional.
Para Álvarez, la falta de apoyo al campo es una de las causas fundamentales de los altos niveles de pobreza y el estancamiento económico. “Hemos destruido el sector agrícola durante años, lo que nos ha llevado a la situación actual”, lamentó.
Sobre el cambio de gobierno con Javier Milei a la cabeza, Álvarez mostró cautela. “Es la primera vez que encuentro a alguien con quien coincido en el 90% de los temas”, aseguró. Sin embargo, reconoció que aún no se han visto grandes diferencias en el sector agrícola, en parte debido al “descalabro económico” que dejó el gobierno anterior. “Esperamos que, en los papeles, la situación cambie, pero aún no lo vemos reflejado en la realidad”, señaló.
Álvarez fue claro al señalar que la agricultura argentina está golpeada, principalmente por la falta de capitalización de las empresas. “Cuando los precios internacionales bajan, los países con empresas capitalizadas, con equipamientos modernos y suelos bien nutridos, son más resilientes. En Argentina, la calidad de los suelos ha disminuido por la falta de inversión en nutrientes y la maquinaria está obsoleta”, detalló.
La falta de riego y la alta presión de los costos insumos también han mermado la competitividad del país. “Argentina hoy está mucho peor que en los años 90, cuando la agroindustria creció y se lograron altos rendimientos”, afirmó Álvarez, quien también destacó que el óptimo agronómico se ha disociado del óptimo económico debido a la disparidad entre el costo de los insumos y los bajos precios de los productos agrícolas.
Álvarez, quien tiene operaciones tanto en Argentina como en Estados Unidos, resaltó las diferencias entre ambos países. “En Estados Unidos, todo es a tope. No hay discusiones medioambientales que frenen la producción y los rendimientos se maximizan”, comentó. En contraste, en Argentina los productores se ven obligados a ser más cautelosos, invirtiendo menos y asumiendo menos riesgos. “En Argentina miramos costos, en Estados Unidos miramos potencial de rendimiento”, enfatizó.
En cuanto a la reciente baja en el precio de la soja, que ha tocado los 400 dólares en Chicago, Álvarez advirtió contra la venta apresurada de la cosecha. “Nunca hay que vender por vender. Las empresas agrícolas deben tener un plan para no descapitalizarse. Especular puede ser peligroso, sobre todo en un contexto tan volátil como el argentino”, advirtió.
Para Álvarez, la clave para el éxito a largo plazo en el sector agrícola es reinvertir continuamente en la tierra y los recursos productivos. “Estamos en una actividad que crea riqueza donde antes no había nada. La única manera de crecer es crear la mayor cantidad de bienes posibles y reinvertir cada año”, concluyó.