Valor Agro Paraguay/ Con el desarrollo de la forestación para celulosa, la economía de Paraguay puede registrar un nuevo crecimiento, en el que será clave la producción silvopastoril con la integración ganadera forestal. El director de Silvys, Raúl Gauto, manifestó que dentro de este contexto general del país, se está atravesando una época bastante auspiciosa en el que se tiene un enorme espacio y oportunidades para las inversiones que pueden hacer “crecer árboles muy valiosos y de manera rápida, aprovechando las ventajas del clima paraguayo“.
En lo que respecta al ecosistema forestal, indicó que, siendo puntual en este aspecto, existe un crecimiento notable en los árboles en Paraguay, lo cual es muy importante debido a su intenso sol, su suelo fértil y la abundancia de lluvias. Con estas condiciones, los árboles se desarrollan como si estuvieran en una especie de “sauna”, con alta humedad y temperatura.
Precisó que el crecimiento en metros cúbicos de cada parcela es tan importante como la estabilidad macroeconómica y política de Paraguay. Además, los índices de crecimiento, conocidos a nivel mundial, están atrayendo la atención de inversionistas tanto nacionales como extranjeros hacia Paraguay, lo que influye en todo el país. Apuntó que tanto nacionales como extranjeros están realizando plantaciones, y aquellos que aún no lo hacen están considerando seriamente la posibilidad de hacerlo en Paraguay.
“Lo que hemos observado en plantaciones realizadas hace 13 o 15 años es que los números que manejábamos inicialmente se confirman. Esto da la sensación de que el sector forestal en Paraguay está llamado a ser un motor importante en el desarrollo socioeconómico del país”, acotó.
En cuanto a cómo observa el desarrollo del sector en el país, mencionó que se está enfatizando fuertemente en el modelo silvopastoril, que combina las plantaciones forestales con la ganadería, permitiendo así una combinación interesante.
Añadió que el sistema silvopastoril, durante el verano, genera una especie de “aire acondicionado” para los animales, y en invierno, la pastura no se ve afectada debido a la protección que brinda el microclima de los árboles. Con eso se proporciona calefacción en invierno y aire acondicionado en verano a través de los árboles.
“Este modelo silvopastoril, que también tiene su belleza en mejorar enormemente las condiciones del suelo al generar una microflora y una microfauna muy beneficiosas, permite que muchas de las áreas que actualmente están en pastura natural o implantada puedan convertirse en sistemas silvopastoriles. De esta manera, a la pastura se le agrega un segundo piso económico, que sería el de los árboles”, detalló
Y agregó: “Si Paraguay tiene 14 millones de cabezas de ganado, pero si se tuviera un animal por cada hectárea de pastura, tendríamos unas 14 millones de hectáreas de pasto. Si solo se utilizara un 25% de todas estas áreas de pastura y las convirtiéramos en sistemas silvopastoriles, estaríamos hablando prácticamente de 4 millones de hectáreas que podrían convertirse fácilmente en un sistema pastoril activo. Hoy en día, Paraguay no tiene más de 230 mil hectáreas plantadas con árbole””.
Indicó que el margen entre 230.000 y 4 millones de hectáreas es el espacio que se tiene para crecer sin demasiadas complicaciones y sin dejar de producir ganadería. Resaltó que Paraguay tiene un enorme espacio y oportunidades para las inversiones forestales que pueden hacer crecer árboles muy valiosos y de manera rápida, aprovechando las ventajas del clima paraguayo.
Infraestructura. Consultado sobre si se tienen las condiciones necesarias en materia de infraestructura para el protagonismo que está generando el rubro para el traslado de madera o celulosa, mencionó que, desde dos dimensiones, una es sacar el producto de exportación del país. En el caso de Paracel, se instalará sobre el río Paraguay, al norte de Concepción, que cuenta con un puerto profundo y de barranca elevada que permitirá la exportación del producto final vía fluvial y posteriormente marítima, convirtiéndolo en una excelente alternativa y muy económica para exportar ese producto.
Sobre la provisión de madera para la fábrica, dijo que es necesario desarrollar una infraestructura vial adecuada, lo cual se está trabajando a nivel público-privado para fortalecer la infraestructura y adecuarla a las necesidades. También es importante recordar que, probablemente, cuando inicie la fábrica, la mayoría de las plantaciones se establecerán en un radio aproximado de 150 kilómetros de la fábrica.
“Es prioritario el desarrollo de esta infraestructura vial, sobre todo para poder transportar la enorme cantidad de materia prima que absorberá diariamente la fábrica. Así, se combinan las condiciones socioeconómicas y políticas que están logrando que la agricultura, la ganadería y la industria forestal se fortalezcan mutuamente, generando sinergias y financiando, con el producto, toda la infraestructura vial que se necesita para mover grandes cantidades de materia prima”, concluyó.
